Mi biblioteca es única

Vi hace unos dias el anuncio que ilustra este post y aparte la ternura que pueda causar, me llamó la atención el valor que en nuestra sociedad está teniendo ser uno mismo, ser único, destacar la diferencia, "no ser borrego". En relación a la historia con las muñecas que las mujeres de mi generación hemos vivido, resulta curioso recordar cómo nuestra mayor ilusión era tener esa muñeca que se vendía en serie y era famosa, la que todas las niñas querían tener para ser la envidia de las que no la tenían. Durante muchos años nuestros padres nos habían comprado cualquier muñeca con muy poco glamour, en la tienda más próxima y con descuento a ser posible. Por esa razón, tener una de esas muñecas deseadas y "de marca", frente a las "genéricas" por muy tuneadas que estuvieran por nuestras madres (ropa hecha a mano, chalequitos, mobiliario), no era lo mismo, más bien, era el colmo de nuestros deseos infantiles.
En este anuncio nos estampan contra nuestros recuerdos; ahora resulta que lo que tiene valor, lo deseado es precisamente eso que antes teníamos y ahora añoramos: lo único.
Y todo esto que tiene que ver con las bibliotecas?????


Creo que las bibliotecas han pasado por las mismas experiencias que nosotras (las de mi generación) y nuestras muñecas.
Durante mucho tiempo las bibliotecas han sido únicas, porque sus colecciones lo eran, los servicios que ofrecían, al menos en el entorno universitario, se adaptaban como un guante a las necesidades de sus usuarios más próximos, porque eran sus bibliotecas, estaban ahí con la única misión de serles útiles. Recuerdo cuando entré en el Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla, a comienzos de los 80, y cómo esas colecciones tan valiosas estaban colocadas según los propios usuarios querían, según su propio esquema de distribución de las materias. Aunque las colecciones se catalogaban, las materias y las signaturas había que preguntárselas a los propios profesores y alumnos. Era su biblioteca, y era única. Después llegamos los nuevos bibliotecarios, les colocamos las colecciones por la CDU, descubrieron que había obras que desconocían :), pero ya no era su biblioteca en la que habían pasado tan largos ratos, ahora entraban y salían, pero no se sentían en ella como antes. Recuerdo que nuestro lema era "hay que normalizar", y era lo que había que hacer, pero probablemente lo hicimos mal, desligando la biblioteca de ese sentimiento de dependencia, de esa experiencia que proporcionaba a sus usuarios.
Pero hay más. Con los años y la primacia de lo digital, nuestras bibliotecas están llegando a ofrecer las mismas colecciones electrónicas. Ya lo decía un informático conocido ante la política de compra de recursos electrónicos por los consorcios bibliotecarios: Llegará un momento en el que todas las bibliotecas ofrezcan lo mismo. Y así está siendo. Las mismas colecciones, las mismas interfaces de acceso a esas mismas colecciones (los que tenemos Encore vamos a ofrecer la misma cara a los usuarios, quitando el logo, claro!!). Los mismos servicios...
Como las muñecas con glamour, ricas y famosas. Todas iguales, vendidas en grandes almacenes, sin identidad.
¿Qué puede hacer únicas a nuestras bibliotecas? Ni las colecciones ni los servicios. El personal.
En los bibliotecarios está la única esperanza de ofrecer a nuestros usuarios algo digno de repetirse, diferente de lo que le ofrecen otras bibliotecas universitarias (en nuestro caso). Porque un personal que esté motivado no tiene precio, puede cambiar el curso de la historia. Un personal que trabaje por el grupo, por el equipo, en el que los personalismos pasen a segundo lugar para buscar el bien del equipo. Como decía Iker Casillas, "el trabajo de equipo se impone a las individualidades" (viva la roja!!)
Para que nuestras bibliotecas sean únicas, el mayor activo es el personal que si es único y en la medida en la que seamos capaces de adaptarnos en cada momento, de responder de forma inmediata, en tiempo real si fuera posible, a las necesidades actuales y por venir de nuestros usuarios, que tambien son únicos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bonito, bonito, bonito. Hace tiempo que lo leía algo tan bonito... y tan cierto. Gracias por este regalo
Silvia Soria ha dicho que…
Muy cierto todo lo que opinas, estoy totalmente de acuerdo contigo. Sin dejar de ser modesta, creo que los bibliotecarios haremos de nuestras bibliotecas algo único, si es que sentimos nuestra función social de corazón.
Si te interesa, te invito a visitar mi blog, es nuevito y necesita opiniones, comentarios, consejos y críticas. Gracias.
http://bibliotequera.blogspot.com
Nievesglez ha dicho que…
Gracias Silvia por tu comentario y..., seguiremos tu blog!!
nancy torres ha dicho que…
Hermoso, como bibliotecarias deberíamos sentir que nuestro hermoso rincon del saber, es único.
Me encanto lo desidor del video.

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