La economía de la atención

La economía de la atención estará de moda este otoño. La primera vez que leí este título lo encontré asociado a Isabel Aguilera, directora de Google para España y Portugal. Concretamente se trataba del título de su presentación en la Escuela de Arquitectura de Sevilla. Me propuse buscar más información sobre este tema y encontré lo siguiente:
Toda empresa maneja grandes cantidades de información: ésta entra, fluye entre oficinas, y sale de la empresa, dirigida a empleados, clientes y accionistas. La cantidad y calidad de atención que usted le presta a la información puede hacer que su negocio triunfe o falle. Según Davenport y Beck, consultores de Accenture, la gran cantidad de información existente hace que la atención sea el recurso mas escaso en el mundo de los negocios – más escaso que el talento o la tecnología.


Poner estas ideas en práctica puede significar que, para que de verdad funcione la comunidad, quizás no basta con poner foros y chats, sino que además hace falta dar visibilidad a los miembros de esa comunidad que buscan la atención del resto. ¿Cómo? Un ejemplo es el de poder opinar sobre productos y que el resto de la comunidad valore tus aportaciones. Pero mejor aún es darle espacio para que muestre lo que sabe, lo que le gusta... Por ejemplo dejándole poner su ránking de preferidos, como hace Amazon con el servicio ‘Listmania’ o ‘Edit your Collection’, para compartirlo con el resto de la comunidad.

Autor: Daniel Calabuig y David Boronat

Existe una fuerza interior que mueve a las personas a buscar la atención de los demás. Y que hace posible hablar de una economía y una sociedad de la atención.

Michael Goldhaber, en una serie de artículos para la publicación First Monday afirma que hemos llegado a la era de la Economía de la Atención, lo que él llama la Economía Natural de la Red. Según Goldhaber, el recurso limitado por excelencia es la capacidad de atención del público, que sólo puede dedicarse a una cosa dada en un momento dado. Y es un recurso no renovable. Todos nosotros disponemos de unas horas de atención al día. Las podemos dedicar al trabajo o al ocio, pero no podemos acumular las que no usemos y acarrearlas para el día siguiente.

Javier Candeira. Pueden interrumpirle sin remordimientos en hiperactivo@baquia.com

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